Ya te hemos hablado un poco de las innumerables tradiciones que envuelven a la cultura mexicana, desde algunas leyendas y símbolos que representan la cosmovisión de las diversas culturas nativas de México, hasta la gastronomía o los trajes típicos que han trascendido hasta nuestros días. Uno de los ámbitos que es un claro reflejo de nuestros ancestros es la comida, hoy en día en la cocina tradicional todavía encontramos esos aromas, sabores y colores que han viajado por el tiempo y que son un orgullo de México.
Hay platillos que incluyen algunos ingredientes exóticos —como algunas flores comestibles— y algunos otros con elementos mexicanos muy característicos, como el maíz pero ¿sabías que otra gran fuente de nutrientes, que utilizaban nuestros antepasados, eran los insectos?
Para las culturas antiguas, los insectos eran parte esencial de su dieta diaria, pues, tras estudios actuales, han comprobado que contienen 10% más proteína que las carnes rojas, además son ricos en calcio, magnesio y vitamina B. Claro, en aquella época no se consumían haciendo consciencia de estos datos, sin embargo adoptaron este ingrediente debido a sus tradiciones.
Entre los pueblos indígenas todavía prevalece una cosmovisión muy amplia sobre todos sus elementos, en este caso, los insectos se han visto representados tanto en pictogramas y esculturas como en leyendas populares. Por ejemplo, dentro de la cultura maya se creía que las mariposas eran las almas de los guerreros muertos en batallas o en sacrificios, por otro lado, la cultura mexica, utilizaba algunos insectos que molían con otros ingredientes para utilizarse como remedio natural, ideal para raspaduras o algunos padecimientos leves.
Con el paso de los años, el uso de insectos como medicina tradicional o dentro de nuestras creencias ha ido desapareciendo, sin embargo, hoy en día la gastronomía ha rescatado este alimento típico y se han incluido los más exóticos dentro de la cocina.
Acociles
Son unos crustáceos considerados insectos de agua muy parecidos a los camarones, pero en miniatura. Crecen en agua dulce en la zona de Veracruz, y se dice que antiguamente se pescaban con una red muy delgada hecha de fibras de maguey. La forma tradicional de comerlos son hervidos o tostados, deliciosos para unos tacos o como botana para acompañar un buen tequila o mezcal.
Ahuautle
Considerado el caviar mexicano —un gran debate que se ha generado desde hace muchos años debido a que para algunos el caviar mexicano por excelencia son los escamoles—, el ahuautle es el huevo de un tipo de chinche de agua llamada axayácatl. Tras sacarse del lago o río, se colocan en el sol para que disminuyan aún más su tamaño y puedan utilizarse en la cocina. Tradicionalmente se le agrega a algunos platillos como los tamales o los mixiotes y le dan una textura y sabor indescriptibles.
Cuentan algunas historias que el emperador Moctezuma se deleitaba con este manjar todas las mañanas, pues era su desayuno de todos los días.
Avispa Ek
Un insecto localizado en las plantas silvestres de maíz en las selvas de la península yucateca, las Eks son unas de las pocas avispas mexicanas que producen miel y su recolección es compleja ya que localizar su panal es un trabajo difícil. Pero una vez que las obtienen son una delicia como snack, pues al tostarlas su sabor se potencializa y resalta sabores tan populares como los de una salsa roja.
Gusano de maguey
Seguro es de los insectos más populares de México pues, al ser la larva de una mariposa que crece en el maguey, impulsa más el sabor tradicional del mezcal. Hay dos variedades de estos insectos, los gusanos blancos conocidos como mecocuiles y los rojos llamados chinicuiles o tecoles. Normalmente se preparan con mantequilla o aceite de oliva, incluso se llega a hacer una sal de gusano molido. ¡Es un manjar que debes probar!
Escamoles
Son los huevecillos de la hormiga güijera y se encuentran principalmente en Hidalgo y Tlaxcala. Los nidos de estos insectos se localizan a dos o tres metros debajo de las plantas de nopales, árboles de pirul o mezquites y su recolección es complicada debido a que la reproducción de estos insectos puede tardar hasta 5 años. Sin embargo, su dulce sabor acompaña bien a ingredientes ligeros como la flor de calabaza.
En México hay alrededor de 500 variedades de insectos nativos y la mayoría de ellos son consumidos de forma natural, es decir sin ninguna preparación especial, pero claro que te recomendamos probar la infinidad de presentaciones que se cocinan de forma tradicional. ¿Te animarías a probar estos exóticos sabores ancestrales?