Sabes que has llegado al paraíso cuando tan solo poner un pie en tierra vallartense o pata salada, como cariñosamente se conoce a la gente de este bellísimo destino de playa, sientes el abrazo de la Sierra Madre y la brisa del mar que te saludan alegremente.
Esta sensación se repite cuando Miguel Ángel Hurtado y su amable equipo de Bell Boys te reciben y te ayudan con tu equipaje mientras te sonríen cordialmente y te dan la bienvenida a Velas Vallarta, el lugar donde comenzó la historia de Velas Resorts, y donde comienza la magia de unas vacaciones que recordarás por siempre.
Al comité de recepción se une el trabajo minucioso y detallado del artista G. Gonzaga Reyes quien ha logrado replicar en mosaicos de cerámica dos obras de arte muy conocidas: “El nacimiento de Venus” de Sandro Botticelli y una pintura flamenca del siglo XIX llamada “Velero”.
📸 Wikipedia
¿Sabías que…?
Los trabajos artesanales en cerámica en México comenzaron entre los años 2300 y 1500 A.C.
Unos pasos más y estarás justo al pie de la gran estructura de columnas, arcos y bóvedas catalanas que te transportan de inmediato a un cuento narrado por Sherezada. ¿Has intentado hablar debajo de alguna de las cúpulas que rematan las bóvedas? Escucharás un eco respondiéndote. Si no lo has intentado, aprovecha tu siguiente visita y sorprende a tus invitados.
En el mostrador de recepción te esperarán Jesús Barreto y Rafael González con su equipo para hacer un ágil registro de tu llegada, y entregarte la llave que abrirá la puerta de tu paraíso personal.
Sabes desde luego que durante tu estancia estarán Valentina González y Beatriz Valencia, con la eficiente guía de Donald Willis en Servicio a Huéspedes, para asegurar que tus días en Puerto Vallarta sean simplemente maravillosos. ¿Algún tour especial para recorrer este bello destino? Pilar Chavarin y su equipo te asistirán con gusto.
Después de sacudirte el vaivén del vuelo, Rafael Márquez y sus talentosos meseros te esperan en el bar La Alhambra para servirte una gloriosa bebida y entonces puedas confirmar que, efectivamente, has llegado a casa.
El resto de la historia, la escribirás tú.
¡Felices vacaciones!
