Entre las bebidas mexicanas más populares a nivel mundial están el tequila y el mezcal, pero a nivel nacional tenemos una gran lista de bebidas —en su mayoría de origen prehispánico— que son deliciosas y muy típicas de ciertas regiones. ¿Comenzamos?

Cebadina

Típica de Guanajuato, esta bebida se prepara con cebada en un proceso corto, justo antes de fermentar, por lo que resulta muy popular en los parques públicos. Además, su peculiar color rojizo se le atribuye al uso de jamaica, que le agrega un sabor muy refrescante. Hay quienes también le agregan un toque de bicarbonato de sodio para conseguir un efecto efervescente, ideal como digestivo, desinflamatorio, desintoxicante y diurético.

Pulque

Una bebida de origen ancestral y que ha trascendido hasta nuestros días. Se prepara con el aguamiel del agave y tiene un proceso largo de fermentación, es un clásico en la cultura mexicana debido al reconocimiento que tienen las personas que se dedican al arte de la pulquería. Su sabor natural es intenso y al agregarse algún otro sabor como fresa, piñón, nuez, guayaba y más, se le conoce como pulque curado.

Torito

Una refrescante bebida muy al estilo de Veracruz, con un dulce sabor a cacahuate y leche, a este coctel tradicional se le agrega un poco de aguardiente de caña, que potencializa los sabores y le añade un toque muy especial a esta bebida. Popularmente se realiza con cacahuate, pero también se puede encontrar de otros sabores como mango, menta, café, coco, fresa o chocolate.

Balché

Bebida creada por los antiguos mayas para algunos rituales sagrados, heredaron a la península de Yucatán este tradicional néctar que purifica espíritu y cuerpo. Se obtiene de un árbol con el mismo nombre, su corteza se pone a hervir y fermentar junto con algunos otros ingredientes que le agregan un sabor dulce único como el anís y canela.

Chumiate

Es una infusión de diversos sabores como el del nanche (una pequeña fruta amarilla con sabor ácido), manzanilla, anís y té de limón, además se le agrega un toque de destilado de caña para mezclar a la perfección todos esos aromas. Típico del Estado de México, en donde se prepara solo en ocasiones especiales o festividades locales, también es popular en Puebla, la diferencia es que ahí se usa capulín (fruto oscuro, muy parecido a la cereza) en lugar de nanche.

Bupu

Es una bebida con cacao del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Su nombre es del zapoteco bu’pu que significa “espuma” y es precisamente su mayor característica, ya que gracias a sus ingredientes: atole blanco, cacao, panela y flor de mayo; tiene una textura muy peculiar. Se sirve en una jícara, primero el atole blanco y después la espuma que se adquiere del molido de los demás ingredientes. Su sabor es dulce por el atole y amargo por la naturaleza del cacao, ¡una mezcla exquisita!

Calonche

También conocida como colonche o nochol, se prepara con la pulpa de tuna fermentada, en específico se usa la tuna cardona que le da ese color rojizo. Principalmente se consume en San Luis Potosí y Zacatecas. Su textura es un poco efervescente y su sabor dulce, perfecta para una tarde de verano.

Chilate

Su nombre es de origen náhuatl chiliatl, donde chili significa “chile” y atl “agua”, lo que se traduce en “agua de chile”, que curiosamente ninguno de sus ingredientes es ese picante elemento. Se elabora con cacao, canela, arroz y piloncillo y tiene un dulzor muy especial que va perfecto para beberlo frío. Una peculiaridad es la forma en que se sirve ya que se vierte en el vaso desde una altura aproximada de 50 centímetros con la finalidad que se haga una ligera espuma por encima.

Kamata

De origen purépecha, su significado literal es “atole” —que es una bebida preparada a base de maíz o trigo— y en Michoacán es muy popular prepararlo en infinidad de presentaciones, las principales son:

• Tri kamata: es un atole de trigo sazonado con epazote y chile.
• Kamata turhipiti: es un atole negro elaborado con cáscara de cacao, cabello de elote y cáscara de coco.
• Shari kamata: su sabor agrio se le atribuye al uso del maíz morado.

Pozol

Bebida popular de Tabasco, en la época prehispánica era llamada pochotl y en ese tiempo era consumida por los indígenas viajeros ya que les mitigaba el hambre gracias a sus ingredientes: maíz y cacao. Tras la llegada de los españoles, el nombre cambió a pozol y también, desde entonces, se le conoce como “la bebida comestible” ya que los residuos de maíz y cacao se asientan en el fondo de la jícara y tienes que masticarlos para que se mezcle a la perfección con la ligera y agria bebida.

Tascalate

También conocida como la “bebida del amor”, es originaria de Chiapas y antes de la colonización española solo se hacía con maíz tostado, chocolate y chile, pero con la llegada de nuevos ingredientes se le añadieron piñones, azúcar y canela. Los ingredientes se tuestan y después se muelen hasta obtener un polvo rojizo, el cual se disuelve con agua o leche para disfrutar de una bebida fresca. A pesar de los ingredientes, su sabor es muy ligero.

Tejate

Con origen en Oaxaca, esta bebida prehispánica era consumida por los reyes zapotecas en las ceremonias de siembra y cosecha, por lo que también se llama “bebida de los dioses”. Sus ingredientes son el maíz, hueso de mamey y rosita de cacao, la cual es una flor del árbol rosital con un característico aroma y sabor dulce. Tras ser tostados y molidos, la pasta obtenida se disuelve con agua y se bate con las manos durante 1 hora para obtener una espuma espesa.

Tejuino

Del náhuatl tecuin, que significa “latir del corazón”, es una bebida fermentada del maíz que se prepara en la región norte y occidente del país. Es una refrescante “cerveza” de maíz, que debido a su baja fermentación no es considerada una bebida alcohólica. Su sabor agridulce se acompaña muy bien con limón o nieve de limón que le agrega un toque único.

Tepache

Al igual que el tejuino, es una bebida fermentada, pero en este caso de la piña. Esa es la base de una bebida fresca y dulce que se consume en casi todo el país y lo peculiar es que cada región lo prepara de forma distinta. Por ejemplo, en Hidalgo y Puebla se le agrega pulque, miel de piloncillo y anís; en el Estado de México y Ciudad de México se incluye el sabor del clavo y la pimienta; o en Michoacán se prepara con tamarindo, cáscaras de plátano, maíz y piloncillo. Interesante, ¿no?

Tuba

Originaria de Colima y con popularidad en diversas regiones de Guerrero y Jalisco, es una bebida que proviene de la palma de coco y solo los expertos pueden extraer ese delicioso líquido del árbol, ya que se obtiene del racimo de donde nacen las flores de la planta y para ello se escala por todo el tronco para llegar a ese punto. Naturalmente, su sabor es amargo y de color blanquecino, pero habitualmente se prepara con jamaica, trozos de manzana, cacahuate y nuez que equilibran su sabor. Es muy común ver a los vendedores de tuba en las playas principales de dichos estados, por ejemplo, en Puerto Vallarta. ¡Resulta ser muy refrescante!

¡Estás listo para tu recorrido de bebidas!